BÉISBOL DE AYER
Pascual-Cutá-Pérez - Obtuvo 40 triunfos con las Águilas
Se dijo que estas prendas que muestra Cutá en su pecho, estaban valoradas en más de un millón de pesos dominicanos (12- 02-1998).
Nuestro protagonista disfrutó de 8 temporadas cibaeñas. Se inició en Santiago en el campeonato 77-78 y continuó hasta el torneo 85-86, no habiendo jugado en el 84-85 y pasando a los Tigres del “Licey” en el premio 86-87.
En nuestra crónica anterior nos referimos a los primeros años de Cutá con los cibaeños, de 1977 hasta 1983. En la siguiente, 1983- 1984, el sureño ganó 4 partidos, en contra de una derrota, para una puntuación de 800, ponchando a 28 bateadores y con una efectividad de 2.61.
En la próxima justa con los mameyes, 85-86, ganó 4 y perdió 3, con efectividad de 3.36. Esa fue la última temporada con el conjunto de Santiago, haciendo un total de ocho campañas.
En aquellos años cibaeños, Cutá logró para su equipo 40 victorias en ocho campeonatos.
Sus actuaciones dejaron un buen recuerdo en toda la afición seguidora del aguerrido team representativo de la parte central y norte del país, cuya jefatura radica en la ciudad de los 30 caballeros, nuestra querida Santiago.
La labor de Cutá nos enseñó que poseía un control fuera de lo común, colocaba la bola a su antojo, parecía un artista moviendo la “Wilson”. Eso le ayudó a dominar los bateadores y le permitió ganar muchos encuentros.
Tenía una inteligencia natural, sabía cómo lanzar. Era un competidor fuerte, con sapiencia para derrotar al contrario.
Solo su desordenada vida personal le impidió haber obtenido mejores lauros.
El amigo Pascual ocupa el segundo lugar de todos los tiempos en victorias obtenidas en su estada con las Águilas, al tener 40 juegos ganados, empatado con el derecho Fernando Hernández y detrás del líder, Arnulfo Espinosa, quien llegó a conquistar 48 partidos.
Se puede escribir un libro con muchas páginas al respecto de la vida de Cutá en sus dos vertientes, como pelotero y como hombre de la calle, pues en ambas, hay material de sobra, fue muy intenso en las dos vidas.
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